La optimización web es uno de los temas más recurrentes en SEO cuando se busca mejorar el rendimiento de la página, tanto en usabilidad como en posicionamiento en buscadores.
Seguramente, si en algún momento os habéis planteando cambiar de web o diseñar una nueva desde cero, alguien ya os haya recomendado contratar a un profesional que no solo diseñe páginas web atractivas, sino que también incluya en su servicio una optimización SEO para la misma.
Vale, nos han recomendado que nuestra web esté optimizada y ahora nuestra preocupación es saber qué diferencias vamos a encontrarnos entre una web optimizada de una que no lo está.
Pues bien, lo cierto es que a nivel visual apenas vas a apreciar diferencias entre una u otra (eso es terreno del diseñador web), pero tanto para la experiencia del usuario en tu site como para el posicionamiento web en buscadores, la optimización web va a ofrecerte un valor añadido que, pese a estar oculto, va a resultar trascendental para el rendimiento de tu página (y ese trabajo pende de un especialista SEO).
Por lo tanto, una página web optimizada no es la que tiene un diseño visual más atractivo, sino aquella que, primero, responde perfectamente a nivel de usabilidad y, segundo, está cuidadosamente preparada y acondicionada para los motores de búsqueda. Para los que se han tenido en cuenta aspectos como la elaboración de contenidos optimizados con las keywords más importantes de la web, arquitecturas, jerarquías, metaetiquetas, optimización de imágenes, velocidad de carga o urls, entre otros muchos.
Actualmente tenemos muchas herramientas gratuitas que nos analizan y destripan una web ofreciéndonos información muy relevante sobre la misma. Enseñándonos como Google u otros buscadores están entendiendo una página web concreta, o mostrándonos los aspectos que deben ser implementados para mejorar la optimización web.
Así por ejemplo, SEOquake nos dice cuáles son las metas de una página con toda esa información oculta y de gran valor para el posicionamiento como son el title, description, palabras clave empleadas, densidades o prominencias. Elementos que, si no tenemos optimizada la web, no estarán implementados y serán incongruentes para los buscadores.
Aquí vemos dos ejemplos de cómo la información oculta para el usuario (meta-etiquetas) puede determinar el posicionamiento en buscadores.
En este primer caso vemos cómo Google entiende una web concreta gracias a los metadatos que se han establecido con el trabajo de optimización SEO (título y metadescripción), en los que se ha introducido la palabra clave ‘jamón ibérico’.
En este segundo caso vemos que ocurre lo contrario. No se han establecido esos metadatos y tanto Google como otros buscadores no van a poder conocer esa información optimizada y de utilidad para su ranking de posicionamiento, y tendrá que elegir arbitrariamente contenido de la web.
Eso es lo que ocurre cuando vemos descripciones extrañas en alguno de los resultado de búsqueda que nos aparecen. Por el hecho de no tener optimizado el SEO de la web.
Este es solo un pequeño ejemplo de lo que diferencia a una página web optimizada de una que no lo está. Por eso, antes de lanzaros a la piscina con vuestro proyecto online, os recomiendo que tengáis en cuenta estos aspectos para que vuestro objetivo esté más cerca de cumplirse.