El concurso en redes sociales es una de las acciones de marca más comunes para conectar con el público online y conseguir objetivos digitales, tales como: conocimiento y repercusión de marca, interacción y seguimiento, engagement, consecución de leads, descubrir a futuros clientes…
Por eso en marketing es una de las acciones más recurrentes y con mejor rendimiento inversión/rentabilidad. Puesto que suponen un coste menor para la empresa y, sin embargo, sus beneficios (no necesariamente económicos) pueden ser de alto valor.
Ahora bien, para conseguir que funcione, antes debemos definir y planificar bien la estrategia del concurso para no caer en los habituales errores que a menudo vemos en este tipo de acciones.
Los concursos son acciones de marca que deben tener un propósito marcado. Como decía al comienzo, este propósito puede variar y no tiene por qué ser económico. Quizás nos interese mejorar el volumen de seguidores en una página de Facebook, mejorar la interacción, llevar visitas a la web o presentar un nuevo producto de la tienda. Lo importante es tenerlo claro antes de empezar.
Por eso, antes de pensar en el concurso, pensad en el objetivo que perseguís y enfocar en torno a él toda la estrategia y planteamiento que vais a llevar a cabo.
Nuestros potenciales clientes no tienen por qué estar en la red social que nosotros trabajamos habitualmente. Quizás estén en otra, o quizás ni si quiera tengan cuenta en ninguna de ellas. Por esa razón, lo primero que debemos hacer es localizar a nuestro público objetivo y conectar con él, para presentar nuestra iniciativa y darle posibilidad de participar en ella.
Cuantas más alternativas de participación presentéis, mayor será el alcance y difusión, y, con ello, mayores serán también las probabilidades de conversión final.
Estimar un resultado es valorar un escenario que prevemos rentable para nuestra estrategia. Lo cual quiere decir que no concebimos lanzar un concurso sin la convicción de que vaya a ser beneficioso para nuestros intereses. Por lo tanto, debemos estimar en lo posible el rendimiento óptimo que buscamos/esperamos de esta acción concreta.
Esto nos servirá para después valorar cómo ha funcionado la estrategia, si se han cumplido o no las expectativas y otros muchos detalles más.
He visto concursos en páginas sociales con pocos seguidores y baja interacción que delimitan el ganador al “primer acertante”, poniendo el premio en bandeja por temor a una baja participación, consiguiendo con ello el efecto contrario. Al minuto de ser lanzados se terminan ante la primera respuesta correcta. Fin del concurso y cero conversiones. Un fracaso sin paliativo.
Así que, como consejo, no subestiméis nunca el interés y participación de los usuarios en vuestros concursos porque os pueden sorprender.
Cada vez veo más requisitos para participar en los concursos social media. Y como consecuencia, cada vez participo en menos. Los habituales mecanismos funcionan bien (Dar “Me Gusta” a una página o publicación, comentar un post, mencionar a un amigo…), pero cuando pretendemos que los usuarios salgan de la plataforma para irse a una web con largos formularios, la cosa decae completamente.
La grandiosidad de las redes sociales es su capacidad de concretar todo en un mismo lugar y poder consumir publicaciones rápidamente. Por eso, en la medida de lo posible (salvo que nuestro objetivo de conversión lo tengamos fijado en otro rincón web) debemos pensar en el tiempo y disposición del usuario y facilitarle la participación con pasos sencillos y concretos.
Espero que estos cinco consejos os ayuden a prevenir posibles errores en vuestros concursos de redes sociales y a optimizar sus rendimientos. Una buena estrategia social media marketing será esencial para ese empujón que buscáis.
¡Mucho éxito!