Esta semana se ha hecho viral en España un vídeo de un ganadero asturiano, en el que denuncia una situación que ha abierto el debate en las redes (debajo vídeo).
En su relato cuenta como el cacareo de las gallinas en el municipio de Soto de Cangas ha propiciado las quejas de algunos turistas, instalados en uno de los hoteles rurales anexos al gallinero, con la consiguiente denuncia del propietario del establecimiento y la sentencia final que obliga al dueño de las aves a desalojarlas del lugar en el que viven.
Una historia que me ha dado para pensar durante un buen rato sobre la manera en la que a veces perdemos perspectiva de nuestro negocio y contradecimos su esencia. Llegando a la conclusión de que, aunque creo que una marca tiene la necesidad de evolucionar y mejorar sus cualidades, también tiene la obligación de hacerlo respetando su idiosincrasia.
Y si bien cada negocio debe cuidar con mimo a sus clientes, también es verdad que, si éstos acuden a nosotros, lo hacen (o deberían hacerlo) por unos motivos que justifiquen su interés. Por eso es tan importante saber dónde vamos y con qué fin para conseguir lo que buscamos.
¿Imagináis a una empresa ecológica apostando por el plástico porque un cliente se lo pide? Sería un sinsentido. Si quieres plástico no somos tu empresa, deberían contestarle. Esa es su razón de ser, su misión y valor. Su línea roja.
Y en mi opinión lo que ocurre con este hotel representa esa misma contradicción, pues buena parte de las razones que nos llevan a viajar a entornos rurales son precisamente los hábitos, costumbres y peculiaridades que lo caracterizan. Su esencia. Y, por supuesto, los animales que forman parte de ella.
No entender bien tu negocio es no saber qué lo justifica y lo hace especial. Es no entender los valores inherentes que lo acompañan y forman parte de la propuesta. Es, en definitiva, dejar que sea la marea quien nos arrastre a donde sea sin ninguna pauta ni directriz.
En fin, creo que este tipo de situaciones que denuncia este ganadero asturiano pone en relieve un error muy común en muchos proyectos online y offline: no tener definida una identidad y razón de ser propia. No saber qué eres y qué estás ofreciendo.
¿Qué pensáis vosotros?