Los que nos dedicamos a la redacción de contenidos para SEO sabemos que tenemos que ser muy disciplinados a la hora de redactar textos. Trabajamos con métodos muy establecidos y los llevamos a rajatabla para conseguir resultados. Así funciona este asunto si queremos un buen rendimiento. Hay que ceñirse al guión.
Lo cual quiere decir que, sin dejar de lado al lector, tenemos que pensar en ese motor de búsqueda que va a indexar nuestro post. En sus manías y sus gustos. Y por tanto, en cómo conseguir ese equilibrio en el lenguaje que lo haga atractivo a la par que efectivo para nuestro objetivo SEO. Así que, en esa tarea de equilibrista, agudizar el ingenio y la creatividad es siempre necesario para revalorizar el contenido y conseguir que posicione bien en los resultados de búsquedas orgánicas. Esa es nuestra máxima.
El SEO, como ya hemos explicado en anteriores post, tiene una finalidad muy concreta. Quiere ser bien visto por Google y escalar hasta lo más alto del ranking para conseguir el mayor tráfico posible. De tal manera que los redactores tomamos como prioridad entender lo que quiere este gigante de la navegación para conseguir el premio que buscamos.
Todo buen texto SEO parte de una investigación y recopilación previa. Lo primero que debemos tener en cuenta es saber qué queremos escribir y lo que es más importante, si eso interesa a los usuarios. La pregunta es: ¿Vamos a resolver sus dudas?
Para saberlo, utilizamos distintas herramientas online que nos indican el volumen de búsquedas que tiene el tema sobre el que tenemos pensado teclear. Si interesa, los números nos lo dirán, y si no tiene chicha suficiente, mejor reorientar la idea o buscar alternativas que despierten más interés. No olvidéis que buscamos reputación y tráfico aportando respuestas de valor. Por tanto, vamos a ser prácticos.
Una vez hayamos encontrado un tema sobre el que sepamos que hay interés en la red, la labor de investigación continúa. Para construir un texto rico y que posicione bien, tenemos que planificar un buen campo semántico en torno a la palabra clave que queremos posicionar. Quizás si esa palabra es ‘el tiempo’ nos interese emplear términos como ‘clima’, ‘estaciones’, frío’, ‘verano’… Palabras que están en relación con nuestra propuesta y que serán esenciales para desglosar el contenido.
Además, conocer cómo han hecho su trabajo aquellos textos mejor posicionados siempre nos va a servir como modelo o guía para nuestro trabajo. Ver keywords empleadas, densidad, cuáles han destacado con negrita, cursiva o subrayado, que títulos y descripciones han empleado, etcétera.
Tras la investigación, el popurrí de ideas y palabras que hemos recopilado está muy disperso. Sabemos qué queremos escribir, y tenemos los ingredientes para hacerlo. Pero toca definir cómo vamos a combinarlos para desarrollar el texto optimizado.
A la hora de organizarse, debemos preocuparnos porque nuestro contenido tenga una estructura piramidal, en la que lo más importante esté arriba. Hay que tener en cuenta que debemos facilitarle la vida en lo posible al lector. Su tiempo es oro. Así que a partir de ahí, ya sabemos cómo colocar las cosas en su sitio y concretar la idea.
Para nuestra palabra clave debemos reservar los asientos de honor. Es decir, el título, la entradilla, la imagen destacada, alguna posición en el nudo y su plaza final en el desenlace. Su densidad dependerá del tamaño del artículo, pero no debemos pasarnos si no queremos que Google nos tire de las orejas. Por supuesto, vamos a ser naturales, sin forzar la redacción. Además utilizar sinónimos u otras versiones de la misma enriquecen mucho el escrito.
Una vez consideradas todas esas premisas esbozamos la idea con letras. Podemos utilizar títulos <h2>, <h3>, etcétera, para resaltar diferentes apartados y descargar la lectura del usuario. Y para aportar más información siempre es recomendable utilizar enlaces internos, con sus correspondientes anchor text, que sumen valor y que conduzcan al lector por otras páginas de la web.
Al final, redactar contenidos para SEO precisa de una serie de pautas a considerar, de investigación, eficacia y, sobre todo, de aportar respuestas a los intereses del usuario.
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[…] menudo nos ocurre que escribimos post pensando en palabras, negritas y técnicas puramente SEO, y nos olvidamos de lo realmente importante en todo esto: el lector. Se nos olvida que es él […]
[…] conseguir resultados con los contenidos de nuestro blog hay una serie de pasos que deberíamos seguir a rajatabla para que nuestros textos sean de gran […]
[…] pensar en su intención de búsqueda y en la respuesta que espera encontrar. Y a partir de ahí, presentar un contenido de valor que satisfaga su demanda sin necesidad de hacer Pogo […]