Hemos hablado en repetidas ocasiones acerca de la tendencia actual de las marcas en la personalización absoluta de la oferta de productos y servicios gracias, en buena medida, a los avances de la tecnología.
A pesar de que para muchos aún parezca un cuento de hadas, nada más lejos de la realidad. Con el Big Data todas las personas pasamos a ser miembros de una inmensa base de datos y por tanto somos activos interesantes para cualquier marca que quiera plantear una oferta atractiva a su público objetivo, el cual cuanto más acertado sea mejores resultados aportará.
En algún post ya os planteábamos la posibilidad de cuando entremos a una gran superficie y unos dispositivos reconozcan nuestro rostro, accedan a su base de datos y en los lineales sean capaces de proyectar por medio de pantallas ofertas totalmente personalizadas a nuestros gustos, precios, etc.
Bueno, en Japón ya existe este tipo de acciones. Leyendo un artículo de la revista Smart Life de Cinco Días, los taxistas de Japón disponen de un dispositivo que escanea el rostro del usuario y es capaz de conocer el sexo de la persona para posteriormente mostrar publicidad relacionada. De momento, comentan que sólo distingue el sexo de la persona pero sinceramente tengo duda de que así sea.
El Big Data, la era tecnológica en la que vivimos, deriva a este tipo de situación y hoy en día todos estamos “conectados y pillados” por el mundo online. De este modo, un escáner facial está más que preparado no sólo para reconocer el sexo de una persona por su rostro sino para aglutinar muchísima información depositada en sus redes sociales, en las analíticas de los navegadores, correo electrónico.
Ahora cobra más sentido el último reto viral que analizamos en este blog Ten Years Challenge. Los servidores registran cómo eran las personas hace diez años, cómo son ahora, y de ahí enlazan la información del sujeto, sus actividades, gustos, opiniones, likes, que vaya depositando en internet, para al final alcanzar un modelo de persona perfectamente definido a la que sugerirle productos y servicios que cumplen al 100% con sus expectativas.
Por tanto, nos venden estos primeros pasos con argumentos de que sólo reconoce el género pero siempre hay una razón por detrás que va mucho más allá y que no son simples hipótesis, sino que son acciones, elementos, herramientas, reales pero “ocultas” por el momento.